COCINA Y SALÓN INTEGRADOS O INDEPENDIENTES

Uno de los principales debates que se dan actualmente en el mundo de las reformas y el diseño de interiores residencial es la integración de cocina y salón en una misma estancia. Es un punto de controversia que cuenta con defensores y detractores a partes iguales. Te presentamos las principales ventajas y desventajas de tener cocina y salón integrados o independientes para tener las ideas claras antes de afrontar una reforma del hogar.

Cocina y salón integrados

Actualmente, el 70% de las reformas del hogar apuestan por integrar cocina y salón en una sola habitación. ¿Las ventajas? Al eliminar tabiques y obstáculos el espacio se amplifica, creando circulaciones más fluidas y espacios más luminosos y despejados. Una cocina unida al salón implica también que las actividades que se realizan en ambas estancias confluyen y se comparten. Ya no es necesario que la persona encargada de cocinar se aisle del resto de los habitantes de la casa, sino que ambas actividades se realizan simultáneamente y pueden conciliarse en un mismo espacio.

La cocina ha sido tradicionalmente un espacio de reunión familiar y de intercambio de vivencias e ideas. Con el paso del tiempo esta estancia se ha independizado y ha favorecido en cierto modo la falta de comunicación e individualización de los habitantes de la vivienda.

Por lo tanto, tener cocina y salón integrados es la solución ideal para núcleos acostumbrados a socializar y a compartir, así como la solución perfecta para viviendas pequeñas que necesiten desahogar espacios y ganar en amplitud.

Cocina y salón independientes

Los defensores de una configuración más tradicional dentro del hogar apuestan por la separación total de la cocina y el salón en dos habitaciones completamente independientes. La principal ventaja de esta distribución radica en la mayor higiene que necesita la cocina, sobre todo a la hora de cocinar platos con olores fuertes o que generen mucho humo. Actualmente existen potentes filtros y campanas extractoras que minimizan estos problemas, pero que pueden ser totalmente eliminados si salón y cocina están independizados.

La cocina también suele ser fuente de ruidos, por lo que si el salón normalmente se utiliza simultáneamente para actividades que requieren silencio, como estudiar, trabajar o leer, es mejor que la cocina se encuentre en una habitación separada, para garantizar una feliz convivencia entre todas las partes.

 

Juntos pero no revueltos. La solución intermedia

Cada vez más gente busca una solución intermedia al problema de tener cocina y salón integrados o independientes. Se trata de soluciones que integran las ventajas de ambas distribuciones y eliminan las desventajas.

Esta solución intermedia apuesta por sistemas parcialmente permeables, como por ejemplo el uso de cristaleras que pueden estar abiertas, generando una unión entre ambas partes, o cerradas, en la que se consigue una independencia de ambas sin perder la comunicación visual.

Sea cual sea tu caso o tu preferencia, siempre se puede encontrar una solución capaz de conciliar tus necesidades particulares sin renunciar a ningún aspecto práctico o estético. Y tú, ¿Qué prefieres? ¿Cocina y salón integrados o independientes?